Saúl Martín González | El pasado sábado 19 de febrero volvía a escena la Marcha Memorial de la Batalla del Jarama, que tradicionalmente organiza la Asociación de Amigos de las Brigadas Internacionales (A.A.B.I.) en colaboración con otras nueve entidades (el listado completo de ellas al final del artículo). Se trataba de un retorno esperado, ya que esta XIV edición se había pospuesto desde el ya lejano 2.019 por motivos relacionados con la pandemia de SARS-CoV-2. Personalmente uno de los motivos por los que me gusta esta marcha es por celebrarse al final del invierno cuando comienzan a florecer almendros y cerezos, y aunque en esta ocasión no fue diferente, sí que las condiciones meteorológicas, día gris y ventoso aunque sin precipitar, fueron peores que en otras ediciones.
La Batalla del Jarama fue un acontecimiento absolutamente crucial en la defensa de Madrid, en el contexto del frustrado asalto rebelde a la capital de la República junto a otras anteriores (como la propia Batalla de Madrid o la de la Carretera de La Coruña, a finales de 1936) y posteriores (como por ejemplo la Batalla de Guadalajara, un mes más tarde). Tuvo lugar entre el 6 y el 27 de febrero de 1.937. Vino motivada por el avance en tenaza desde el Sur de las tropas regulares y legionarias sublevadas apoyadas por milicias derechistas y aparatos españoles y también alemanes de la Luftwaffe, que aspiraban a cortar las carreteras de Valencia y Barcelona, aislando así la capital del resto de la zona gubernamental. Se considera que fue el episodio de toda nuestra Guerra Civil donde las Brigadas Internacionales jugaron un papel más decisivo en el resultado final, logrando frenar en seco el avance rebelde, si bien fracasó igualmente su contraofensiva. Puedes informarte un poco más sobre ella en este programa de Las Arenas de Cronos.
Uno de los alicientes con los que cuenta esta Marcha Memorial es que cada año varía su trazado y emplazamiento, recorriendo los diferentes escenarios bélicos y la actuación de diferentes unidades milicianas y militares republicanas. Si bien antaño la Marcha recorrió las cercanías de Morata de Tajuña (con visitas incluidas al célebre Museo creado por Goyo Salcedo en alguna ocasión) o San Martín de la Vega, entre otros puntos, en esta edición el escenario escogido fue Ciempozuelos, junto a la carretera de Andalucía. Esta localidad estaba defendida por parte de la 18ª Brigada Mixta, creada a toda velocidad y pobremente armada (se trataba de una unidad de infantería con armas cortas), que recibió el primer envite del Ejército de África, incluso con la ayuda de algunos Panzers alemanes. Así, Ciempozuelos fue la primera localidad asaltada en el ataque insurrecto, cayendo el mismo día 6 si bien los combates se prolongaron durante dos días más. Con todo, la resistencia de la 18ª Brigada Mixta permitió la creación de la “Bolsa de Ciempozuelos”, un saliente en la línea del frente que se mantuvo en manos republicanas hasta el fin de la Guerra, amenazando y dificultando los movimientos nacionalistas. Desde dicha Bolsa se lanzó una frustrada contraofensiva hacia la Cuesta de la Reina, al Sur, en octubre de 1.937, además de lograr mantener la posición frente a un tremendo ataque enemigo justo un año más tarde. Fruto de esta Bolsa son los búnkeres y casamatas que aún se conservan en aquel paisaje de olivos, y que pudieron visitar las más de 300 personas que se dieron cita con motivo de la marcha de este año. Cabe destacar, quizás por el enorme protagonismo de las Brigadas Internacionales en este choque, que se repitió la nutrida representación internacional de otras ediciones, con individuos y colectivos provenientes de los Países Bajos, Italia, Irlanda, Gales, Escocia, Inglaterra, Francia y Alemania, nacionalidades todas ellas representadas en su día en los combatientes internacionales en el Jarama.
La narrativa histórica estuvo a cargo de Miguel Ángel García, de la muy meritoria Asociación Tajar, quien hizo de Cicerone a lo largo de toda la marcha y a quien también queremos agradecer aquí.
Partiendo de Polideportivo Municipal de Ciempozuelos, la comitiva recorrió unos 2,5 km. a través del Camino de Matagallegos hacia el Suroeste hasta alcanzar algunas de estas fortificaciones, todas ellas bienes arqueológicos sin consolidar y en estado ruinoso, por lo que llamamos a colaborar en su correcto cuidado y conservación desde estas líneas, aparte de constituir un riesgo para su visita por libre (bajo ninguna circunstancia se debe entrar dentro, ya que pueden colapsar total o parcialmente). Tras una breve visita, se emprendió el retorno desandando el mismo camino.
Al final del evento, la Alcaldesa de Ciempozuelos, Raquel Jimeno Pérez, (P.S.O.E.), cuyo consistorio apoyaba el evento, saludó a la comitiva dedicando una palabras a las Brigadas Internacionales y a la labor de las asociaciones memorialistas. Tras una breve intervención de cada una de las diez organizaciones promotoras del evento llegó el turno de las poetisas Leyre Olmeda y Pilar Leyva, y Silvia Delgado (la Desbandá, asociación memorialista de Málaga que recuerda aquellos terribles sucesos en aquella provincia ante la marcha de las tropas fascistas italianas) leyó un poema escogido de su obra “Entre el yugo y el salitre” dedicado al criminal de guerra Queipo de Llano. Cerró el acto Luigi de la Associazione Nazionale di Partigiani d´Italia (A.N.P.I.) con el ya célebre y televisivo Bella ciao en honor a los partisanos italianos antifascistas de la II Guerra Mundial, muchos de ellos provenientes de la Guerra Civil española. Una comida de confraternización puso el broche de oro al evento, a la espera del próximo febrero.
Saúl Martín González
LISTADO DE ENTIDADES ORGANIZADORAS:
Organizan:
Asociación de Amigos de las Brigadas Internacionales (A.A.B.I.) y Foro para la Recuperación de la Memoria Histórica de Las Vegas
Colabora:
Ayuntamiento de Ciempozuelos
Apoyan:
Asociación Cultural Hipatia, Asociación Comunista de Base Las Vegas, P.S.O.E. Ciempozuelos, C.N.T. Aranjuez, I.U. Ciempozuelos, P.C.P.E., Foro por la Memoria de la Comunidad de Madrid, P.C.E.
Fotografías: Saúl Martín González