Impugnar valores patrios actualmente te convierte en un paria. Al menos para los puritanos, promotores hoy del franquismo sociológico pasteurizado. Uno de los líderes de esta camarilla de reaccionarios travestidos de monjas es Jorge Pueyo, diputado por Sumar en las Cortes. Pues bien, nuestro deputau, hace pocos días manifestaba una enorme alegría tras ver Operación Triunfo: «¡muchos españoles han descubierto la Jota!» Hasta aquí podemos pensar que el mandato empírico es cosa de retrógrados racionalistas. Con todo, a esta afirmación con menos recorrido que las mangas de un chaleco le siguió: «[tras aludir al flamenco] lo que vemos es que se construye España de una manera radial, alrededor de Madrid». Efectivamente, cantó bingo. Madrid ens roba.
Yo no sé si creen que es incompatible, si quieren que lo sea, o si la veracidad del relato que rebuznan les importa un rábano. Sin embargo, lo que sí tengo claro es que no conocen el país en el que viven, detestan la diversidad cultural, también la igualdad, e insultan al ciudadano con su política para párvulos (Pablo de Lora dixit). De esto va el marco mental confederal. En España, el buen operar del mestizaje ha llevado el carnaval de Cádiz a Bilbao, la Jota a Madrid y la sardana a Sevilla. Contábamos y contamos con devotos de la sardana en Jaén, como Ventura Casas —uno de sus impulsores en el Estado—, y paralelamente con otros catalanes, como este que escribe, a los que la sardana ni fu, ni fa. Y así con todo. ¿Es la mezcla indeseable? ¿tan esencialistas debemos ser?
Aunque el fondo de la cuestión es otro. Pueyo insiste en buena parte de sus intervenciones, con un argumentario tortuoso, que está en contra de una España monolítica. Y yo estoy de acuerdo. En consecuencia, mi pregunta para el señor deputau es la siguiente: ¿Y de una Cataluña unívoca culturalmente? Paradójicamente no le he escuchado ni una sola crítica al proyecto de ingeniera social que marca la agenda nacionalista. ¿No será que no es capaz de reconocer la pluralidad, imprescindible por otro lado en democracia, de puertas para adentro?; ¿qué le parece que el único representante legítimo de la región catalana sea un prófugo de la justicia?; ¿qué opina del proyecto de extranjerización, también de aragoneses, que sostienen los independentistas?; ¿y de la ruptura de la caja única de la Seguridad Social que han concedido al PNV?; ¿la quintaesencia del socialismo, no? En fin, marxismo, pero de Groucho. El que se estila en Sumar y su sacrosanta unidad, esta sí radial, de protopartidos que suscriben tremenda cantinela.
Mientras espero respuesta, les emplazo a escuchar, con independencia de su origen, a dos grandes: Paco de Lucía y José Antonio Labordeta. Ambos, uno empuñando la guitarra y otro la voz, demostraron que es posible y deseable sortear, que no construir, muros identitarios de toda índole. Conviene no olvidarlos en estos tiempos que corren.
Tiempos,
que traigan en su entraña,
esa gran utopía
que es la fraternidad.
- Gracias a todos - 10/06/2024
- Por una Murcia con sardanas - 02/05/2024
- Darse cuenta, esto marcha - 19/03/2024
Enhorabuena Marc.
Por un lado critican lo monolítico solo en una dirección, el asfixiante monolitismo de España, y por otro lado defienden el derecho a decidir solo para la periferia; ahí si lo monolítico, autonómicamente hablando, es justo y necesario, que se lo digan por ejemplo a los habitantes de Tortosa que el año pasado votaron sobre el Monumento conmemorativo de la Batalla del Ebro.
Un abrazo.