Sapos y culebras - ElPapel.es

No estás informado. El problema es la incultura de la gente. No tienes ni idea. La gente lo que es es tonta. Tú lo que pasa es que te crees lo que dicen en las noticias. Te quedas con la nata y no con el fondo. Hay que leer más. Facha, eso es lo que eres. ¿y los otros qué?.

Bien, querido lector, me apuesto un café a que alguna de estas frases o de muy similares características las has escuchado en la boca de alguien cercano que se dice de izquierdas y que estos días se encuentra en las charlas y debates algo perdido. Como si tuviera una indigestión. Un mal estomacal producido por el denominado “tragarium hasta el fondum” que está infectando a millones de personas en nuestro país. Digo en nuestro país porque nadie fuera de el, nadie, lo está padeciendo. Posiblemente a raíz de la vacuna de la reconocida marca “Coheren C&A” y de sus subproductos “Sol y Daridad” e “I+gual+dad”.

Este pequeño artículo va en reconocimiento de aquellos, que se encuentran sin rumbo y han comprado la brújula que no marca el norte, han comprado únicamente una brújula que marca lo que dice el Líder Supremo, el partido. La casta. Ahora resulta que los intereses de España como país se suponen que son los mismos que los que tiene uno (o dos) partidos políticos en sus intereses personales, únicamente personales. No es de recibo entrar en esos intereses ahora, hay mucha información sobre el tema que el lector puede buscar. Lo que si es de recibo es recordar que el nacionalismo identitario es reaccionario, egoísta y xenófobo. Siempre lo ha sido. Me da un poco lo mismo el color de las banderas que representen. Básicamente quieren el provecho único y exclusivo por el hecho de ser diferentes al resto del país y su existencia solo persiste si acentúan esas diferencias. Si no las hay, se inventan. Recuerden que las independencias (no hablo de colonias verdaderas), siempre vienen de los territorios ricos frente a los menos afortunados. La élite frente a la purria.

Que gracia me hace escuchar lo de “No hay mas tonto que un obrero de derechas”. Si lo hay, desde luego. Una persona de verdad de izquierdas nunca puede ser nacionalista. O no es de izquierdas o dice defender los intereses del nacionalismo por puro adoctrinamiento o lo que aprecio cada vez más en nuestra sociedad: Mis racionamientos van en función de lo que le venga mal a mi “enemigo”. ¿Qué hicieron los otros? Yo lo contrario. ¿Quién es el enemigo de mi enemigo? Pues yo le saco la cara. Y esto sirve para justificar a Rusia, a Hamás o a Bildu, me es indiferente el contexto, no falla. Hagan la prueba. O mejor, cierren este artículo a ver si le van a llamar facha.