2 comentarios en «Una oficina de majaderos»

  1. Muy buen artículo. Lo guardo. Desnuda los argumentos falsarios. Las taifas sobran si queremos libertad y derechos.

  2. Palabras como «franquista» o «fascista» se han convertido en mordazas para bloquear la crítica o la expresión pública del cualquier forma de pensamiento que no encaje con la ideología de la izquierda maistream (si a eso se le puede seguir llamando izquierda). Dado que el empleo de tales términos ya no denomina los siniestros regímenes que conocimos sino que ha adquirido esta nueva función, es apropiado decir hoy, parafraseando a Lévi-Strauss, que fascista (o franquista) es quien llama a otro fascista.
    Buen artículo.

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